Hace varios días, tomando un café con una amiga, me comentaba que se había estropeado el ordenador de su trabajo, lo que ocasionó que no pudiera cumplir con sus obligaciones: perdió la información almacenada, el hilo musical no funcionaba, no pudo contactar con los clientes… en fin, un desastre. Está claro que ese ordenador era el elemento central e imprescindible de su oficina, sobre el que giran el resto de tareas.
Lo mismo ocurre con nuestro cerebro; es el centro de control del organismo: coordina nuestros movimientos, nos permite comunicarnos con los demás, almacena recuerdos, imágenes, sensaciones…
En ocasiones, debido a diversas causas, pueden producirse daños en algunas de estas funciones cerebrales (traumatismos, accidentes cardiovasculares, tumores, o incluso el mismo paso del tiempo).
Según informa el CEADAC (Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral), se estima que 4 de cada 1000 personas sufren algún tipo de daño cerebral adquirido a lo largo de su vida.
Las lesiones cerebrales pueden provocar la pérdida de funciones cerebrales antes presentes (déficits a nivel tanto cognitivo como físico, emocional y social), restándonos autonomía, lo que conlleva un empeoramiento en la calidad de vida.
La Rehabilitación Cognitiva es una terapia que tiene como objetivo intervenir para:
a) Evaluar las necesidades y potencialidades del paciente: causa de la lesión, repercusiones en la vida cotidiana de la persona, expectativas de mejora.
b) Recuperar las funciones cerebrales perdidas, si es posible.
c) Reducir las secuelas cognitivas, en caso de no ser posible la recuperación total de las funciones afectadas.
En cualquier caso, la rehabilitación cognitiva fomenta la autonomía de las personas, mejorando su bienestar y calidad de vida.
En Hadi Psicología, planteamos la Rehabilitación Cognitiva a través de intervenciones individuales y personalizadas, ajustándonos a las necesidades y características propias de cada uno.
Pero, seamos más concretos, ¿qué aspectos se pueden trabajar en este tipo de intervención?
En primer lugar, siempre debe partirse de una evaluación inicial, la cual no únicamente nos dará información de las funciones alteradas, sino también de aquellas que se mantienen. Una buena valoración es clave para alcanzar el éxito del tratamiento.
Por otra parte, se estimularán las funciones cognitivas a través del entrenamiento, procurando favorecer la generalización a los contextos cotidianos (ejercicios de memoria, lenguaje, atención, comprensión, razonamiento, percepción espacial/temporal, etc.).
En caso de existir áreas que no pueden restaurarse, se potenciarán mecanismos que compensen este déficit.
Por otra parte, la motivación del paciente tiene una gran relevancia a la hora de alcanzar el éxito en la rehabilitación, por lo que la terapia se enfocará de forma motivadora e individualizada (adaptándose al ritmo de cada persona), ofreciendo en todo momento información a cada paciente de sus progresos.
Finalmente, señalaremos que, en algunas ocasiones, este tipo de terapias también es adecuada para simplemente mantener nuestra mente activa, al igual que para mantener nuestro estado físico acudimos a “gimnasia de mantenimiento”.
Desde Hadi Psicología, os animamos a ejercitar vuestra mente como parte de un estilo de vida saludable, y os proponemos algunos consejos:
– Leer, así como realizar pasatiempos y todo tipo de juegos que entrenen la memoria o la atención, etc.
– El mantenimiento de relaciones sociales también beneficia a nuestro cerebro. Quedar con un amigo para dar un paseo, tener una conversación interesante con alguien…
– Cuidarnos y querernos: el estrés, la alimentación o el descanso son factores que pueden prevenir o favorecer el deterioro cognitivo.
En caso de necesitar ayuda profesional, no dudéis en pedirnos más información. La primera consulta es gratuita.
¡Mantened activos vuestro cuerpo y vuestra mente! ¡Feliz semana!
Cecilia Collantes
©Hadi Psicología