En nuestra última intervención en Cadena SER Torrelavega, dimos respuesta a un oyente con problemas de rendimiento académico. Aquí os dejamos un resumen de los aspectos más importantes que tratamos en este espacio de psicología.
Es muy frecuente que acudan a nuestra clínica padres y niños o adolescentes, con la siguiente queja “ estudio muchas horas, invierto toda la tarde en el estudio, pero suspendo o no obtengo las notas que serían esperables”
¿Dónde está el problema en estos casos? Antes de nada hay que aclarar que cada caso es único y que es importante determinar exactamente las características de cada uno de ellos, pero en general si podemos ver algunas de las posibles alternativas.
En muchas ocasiones, les pedimos a los niños que estudien pero nos olvidamos de enseñarles cómo. Sentarse en la mesa de estudio, leer y memorizar a veces no es suficiente para procesen los contenidos y sean capaces de entenderos y aplicarlos adecuadamente. Es aquí donde entran en juego las técnicas de estudio. Son habilidades, estrategias y técnicas que ayudan a mejorar y a rentabilizar el estudio, a optimizar el tiempo que dedicamos a estudiar.
Dentro de estas estrategias, encontramos los famosos esquemas y resúmenes, el subrayado… Nos encontramos a menudo que los estudiantes saben qué son estás técnicas pero que no las han incorporado a su rutina personal de estudio, o si lo han hecho no saben ponerlas en marcha de forma adecuada y no les dan resultado.
Pero, ¿por dónde empezamos a enseñarles? El punto de inicio que nos servirá de base para construir una adecuada rutina de estudio,es la planificación y organización, dentro del horario general de los estudiantes.
Es importante que al inicio del curso los estudiantes tenga un horario semanal en el que incluyan las horas que pasan en los respectivos centros educativos, además de las horas de estudio que van a dedicar fuera del horario académico. Si nos centramos en las horas de estudio en casa o bibliotecas… debe tenerse en cuenta, no solo el tiempo que estudia sino también el tiempo que se va a descansar. Sin descanso, el tiempo de estudio es mucho menos efectivo. El cerebro necesita asentar los nuevos conocimientos y para ello es necesario que se encuentre en un momento de calma. Si lo llevamos al mundo de la albañilería a nadie se le ocurriría construir por encima de una pared en la que el cemento no haya fijado correctamente los ladrillos. Por ello, de forma orientativa nos puede ser útil seguir la indicación de estudiar durante 50 minutos y descansar 10 minutos, en relación a cada hora que se emplee al estudio.
Otra indicación a seguir es que las horas de estudio no sean a las últimas horas del día. Niños que se ponen a hacer deberes a partir de las 19:00- 20:00 de la tarde. Si empiezan su horario en los centros entre las 8:30 algunos y 9:30 los más pequeños, a las 20:00 de la tarde llevarán prácticamente 12horas desde que empezaron su jornada. No podemos pedirle al cerebro que se encuentre a pleno rendimiento en estas circunstancias. Recomendamos que se fijen las horas de estudio en las primeras horas de la tarde en la medida en que sea posible. Para los niños con jornada partida, hacer un pequeño descanso para merendar al volver del cole y después fijar el tiempo para deberes y demás.
Además, hay que considerar otra variable y es que el juego u ocio (qué es imprescindible que tenga su espacio cada día) esté fijado tras el tiempo de estudio. Así, puede valer de refuerzo positivo a la conducta de estudiar de los niños y adolescentes y se acopla perfectamente en esas últimas horas del día en que llevan muchas horas despiertos y en las que el cansancio es más frecuente.
Y si consideramos la variable a tención, sacar a un niño de un periodo de juego para que estudie, hay mayores dificultades para que mantenga la atención y la concentración ya que el juego funciona como un activador del sistema nervioso , y como es sabido esto dificulta los procesos de focalización de la atención y puede producir que cuando el niño /adolescente se ponga a estudiar no consiga concentrarse y por tanto el rendimiento de esa hora de estudio no va a ser el esperado.
Patricia Díaz-Tendero
Almudena Fuentevilla
Hadi Psicología y Psicoterapia